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CÁRITAS

La Pastoral Social (Cáritas) en la Arquidiócesis de Nueva Pamplona se dedica a promover el «servicio para el desarrollo humano integral» a través de la justicia social, la solidaridad y el servicio a los más necesitados, inspirada en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia. 

Image by Thérèse Westby

QUIÉNES SOMOS...

Somos Cáritas/Pastoral social de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona, el “Servicio para el Desarrollo Humano Integral”; conformamos un organismo eclesial, sin ánimo de lucro, que busca promover en las comunidades el desarrollo integral, la vivencia de la caridad evangélica, enseñada por Jesucristo y expuesta en la Doctrina Social de la Iglesia. Trabajando por una cultura de paz, reconciliación, solidaridad, justicia y cuidado del medio ambiente, en la política, economía, cultura, medios de comunicación social y en las relaciones y estructuras básicas de nuestra sociedad.  

MISIÓN...

Cáritas/Pastoral Social de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona, cuenta con un “servicio para el desarrollo humano integral”, efectivo y organizado, activo en las comunidades parroquiales, las cuales están formadas y comprometidas con la búsqueda del desarrollo humano, sostenible y solidario en la sociedad, a través de la transformación de las realidades de pobreza, injusticia y exclusión, entre otros, iluminado por el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia.

VISIÓN...

En el 2030, seremos una pastoral que fortalece el Proceso de Evangelización de la Arquidiócesis, con impacto en la provincia eclesiástica, por su incidencia en el campo de lo social y comunitario, promoviendo el “Desarrollo Humano Integral” con especial atención a las “periferias existenciales”, es decir, a aquellas condiciones marcadas por diferentes problemáticas como la marginalidad, informalidad, pobreza, soledad, vejez, enfermedad, migración, prisión, el desempleo, abandono, entre otros. 

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VALORES Y PRINCIPIOS

  1. CUIDADO DE LA CASA COMÚN. Se destaca por la interconexión entre el bienestar humano y el planeta, propone una ecología integral que considera la justicia social y la preservación del medio ambiente como elementos inseparables, con el fin de transformar hábitos de consumo y fomente un estilo de vida sostenible. (Laudato si)

  2. DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES. La creación está llena de la generosidad de Dios y puede dar vida y bienestar a todos los seres humanos; por lo tanto la justicia y la fuerza de la caridad deben procurar que toda persona tenga los bienes necesarios para suplir sus necesidades primarias desarrollándose dignamente, alcanzando las más altas finalidades.

  3. PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD. La solidaridad confiere particular relieve a la intrínseca sociabilidad de la persona humana, a la igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de los pueblos hacia una unidad cada vez más convencida. 

  4. PRINCIPIO DE SUBSIDIARIDAD. “Conforme a este principio, todas las sociedades de orden superior deben ponerse en una actitud de ayuda (« subsidium ») —por tanto de apoyo, promoción, desarrollo— respecto a las menores”. […] A la subsidiaridad entendida en sentido positivo, como ayuda económica, institucional, legislativa, ofrecida a las entidades sociales más pequeñas, corresponde una serie de implicaciones en negativo, que imponen al Estado abstenerse de cuanto restringiría, de hecho, el espacio vital de las células menores y esenciales de la sociedad. Su iniciativa, libertad y responsabilidad, no deben ser suplantadas”. CDSI 186.

  5. PRINCIPIO DEL BIEN COMÚN.   De la dignidad, unidad e igualdad de todas las personas deriva el principio del bien común, es decir, el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección (CDSI 164).

  6. JUSTICIA. Se traduce en la actitud determinada por la voluntad de reconocer al otro como persona, mientras que, desde el punto de vista objetivo, constituye el criterio determinante de la moralidad en el ámbito intersubjetivo y social (CDSI 201).

  7. PARTICIPACIÓN. “La participación se expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece. La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y con vistas al bien común”. CDSI 189.

  8. LA PERSONA HUMANA, centro de todo el quehacer pastoral, según lo expone la doctrina social de la Iglesia [34-48; 105-159]. Reconocemos que la incomparable dignidad esencial de la persona humana le viene del haber sido plasmada por el mismo Dios a su imagen y semejanza (Gn1,26). Defendemos esta dignidad y buscamos el desarrollo integral de cada persona.

  9. LIBERTAD. Toda persona humana creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana (CDSI 199).

  10. VERDAD. Los hombres tienen una especial obligación de tender continuamente hacia la verdad, respetarla y atestiguarla responsablemente. Vivir en la verdad tiene un importante significado en las relaciones sociales: la convivencia de los seres humanos dentro de una comunidad, en efecto, es ordenada, fecunda y conforme a su dignidad de personas, cuando se funda en la verdad. (CDSI 198)

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